Aprender y no actuar vale para poco


Aprender y no actuar vale para poco

Por: Raim贸n Sams贸

Tomado de: El Pa铆s

Para pasar de las ideas a los hechos es necesario actuar, y toda acci贸n viene precedida de una decisi贸n y un compromiso firmes. Si esto falla, las buenas intenciones se quedan en el simple plano de la teor铆a. Los hechos revelan mucho m谩s de alguien porque tienen m谩s significado que las palabras. Al final, tener cierto conocimiento de algo sirve de bien poco si no se lleva a la pr谩ctica.

La inercia es la propiedad que tienen los entes de permanecer en su estado de reposo, o movimiento, mientras la fuerza aplicada sea igual a cero. Como consecuencia, un cuerpo conserva su estado si no hay una fuerza actuando sobre 茅l. Hasta aqu铆 es f谩cil entender que las personas que est谩n inactivas tender谩n a seguir sin moverse y que las activas seguir谩n su ritmo. Pero ¿qu茅 es lo que nos detiene?

Cuando un cohete es lanzado al espacio consume la mayor parte de combustible para vencer la fuerza de gravedad. Salir de la atm贸sfera le exige mucha energ铆a y tal vez pudiera parecer que todo su periplo ser谩 as铆: esfuerzo y m谩s esfuerzo, motores a m谩ximo rendimiento. Pero es justo lo contrario: una vez fuera, la inercia juega a favor de la nave espacial y requiere mucha menos energ铆a para avanzar, siempre a una alt铆sima velocidad. As铆 ocurre con casi todo lo que emprendemos. Lo que cuesta es empezar, pasar a la acci贸n.

Hay dos fuerzas que en muchas ocasiones impiden actuar: la inercia interna y la externa. Y de las dos, la m谩s fuerte es la interna. Es la batalla que tiene lugar en la mente y que exige desarmar las excusas que bloquean la acci贸n. El rival interno, es decir, uno mismo, es el m谩s dif铆cil de vencer; pero una vez derrotado, superar los obst谩culos que vienen de fuera es relativamente m谩s sencillo. 

Pasar del reposo (no hacer) al movimiento (hacer) exige elegir, y esto siempre implica renunciar a otras opciones. Por ejemplo, cuando nos enamoramos de alguien estamos desechando al resto de candidatos, o cuando decidimos un destino vacacional renunciamos a todos los dem谩s. Una decisi贸n es una eliminaci贸n de alternativas, y el inconsciente lo percibe como una p茅rdida, aunque solo sea de opciones y no real.

Actuar, adem谩s, implica la posibilidad de equivocarse. Aunque no hacerlo puede traer peores consecuencias, las personas perciben que la inacci贸n los protege del error, y que el fracaso solo es posible cuando uno selecciona la carta incorrecta. No sospechan que no elegir es de hecho elegir no hacer nada, lo cual tambi茅n es una decisi贸n. Otra causa para mantenerse inm贸vil es no disponer de referentes que hayan tomado esa misma actitud y hayan actuado en consecuencia. El 茅xito de los dem谩s es siempre inspirador. Revela que si ellos pudieron actuar y conseguir resultados, el resto puede hacerlo tambi茅n. Modelar el comportamiento de la gente exitosa es un buen recurso para decidirse a dar el paso.

El ser humano es un buscador de conocimiento insaciable, pero no aprende de lo que oye, lee, memoriza o estudia, sino de lo que pone en pr谩ctica. En la pir谩mide del aprendizaje, el conocimiento intelectual es ampliamente superado por las lecciones que se aprenden mientras se act煤a (learning by doing, tal y como se conoce en ingl茅s). Saber desde la teor铆a es tener informaci贸n, pero saber desde el hacer es conocimiento. Tampoco se trata de hacer por hacer, sino de sacar conclusiones del resultado de los actos para modular el comportamiento. Saber y hacer no deber铆an ser polos opuestos, ya que de su maridaje (saber hacer) se obtiene la buena pr谩ctica de lo aprendido.

El sabio es quien conoce pocas cosas pero las domina, el sabihondo es el que sabe mucho pero sin profundidad. Vale la pena llegar hasta el fondo del conocimiento en lugar de flirtear con la informaci贸n. Hoy d铆a hay un exceso de datos comparado con la capacidad de hacer algo con ellos, y no se dispone ni de tiempo ni de las herramientas para hacer uso de toda la informaci贸n a la que tenemos acceso. Nos ahogamos en un oc茅ano de conocimientos que no han sido validados por la experimentaci贸n. Esta sobredosis genera adicci贸n y, absorbidos por la necesidad de conocer m谩s, olvidamos llevar a la pr谩ctica todo lo que aprendemos. Un ejemplo de ello es la obsesi贸n por leer una cantidad de libros sobre un tema sin apenas profundizar en ninguno. Olvidarlo casi todo y acabar hecho un l铆o, sin saber qu茅 pensar.

El exceso de informaci贸n provoca un empacho de an谩lisis y en ese momento es cuando llega la par谩lisis. La explicaci贸n a este fen贸meno es sencilla: es m谩s f谩cil aprender que hacer. Supone un menor riesgo, por lo que es m谩s c贸modo. Cambiar una creencia es sencillo, pero modificar el comportamiento ya es otra cosa. Cu谩ntas veces, en una conversaci贸n, alguien dice: “S铆, eso ya lo le铆”, o “s铆, eso ya lo s茅”, pero es un conocimiento de o铆das, no experiencial. Lo que se conoce pero no llega a ponerse en pr谩ctica en realidad es como si no se supiera (simplemente se est谩 de acuerdo).

La mente est谩 en un proceso continuo de aprendizaje y olvido. La nueva informaci贸n entra en nuestra cabeza para borrar la anterior. Y la 煤nica forma de fijar esos datos es o bien por experimentaci贸n o por repetici贸n. Si se olvida lo que se lee –y eso va a ocurrir–, nada mejor que resumir lo aprendido. Se pueden redactar notas o, mejor a煤n, crear un mapa mental, una especie de cartograf铆a que contenga las ideas m谩s relevantes de lo le铆do y aprendido.

Si un concepto est谩 en el pensamiento pero no se expresa, en realidad es como si no estuviera en ninguna parte y acaba perdi茅ndose. Cuando tenemos una buena idea, es imprescindible anotarla para que no se disuelva. Tomar apuntes o hacer listas, por ejemplo, funcionan bien como recordatorio, aunque no mejoran nuestra creatividad. Una buena forma de aprender es ense帽ar las propias ideas que queremos conservar. No es ninguna contradicci贸n. Ense帽ar lo aprendido, compartirlo una y otra vez, hace que la teor铆a se integre y acabe por formar parte del docente, y as铆 acaba reflej谩ndose en su comportamiento.

Los mapas mentales consisten en un esquema que parte de una idea central de la que van radiando otros nuevos planteamientos, con el uso de colores, im谩genes y palabras clave. El poder de este resumen tiene efectos en la creatividad, la memoria, la organizaci贸n de las ideas, la percepci贸n y la comprensi贸n, entre otras cualidades. La cartograf铆a intelectual es una t茅cnica superior a la repetici贸n, a las listas y a la ense帽anza para conseguir un aprendizaje acelerado. Si ese croquis formula adem谩s un plan de acci贸n, el 茅xito est谩 garantizado. Las personas exitosas incluyen en su plan de acci贸n lo que acaban de aprender, no se limitan a saberlo, prefieren hacerlo, y pasar as铆 de la teor铆a a la acci贸n. 

En resumen, todo se reduce a la transferencia de informaci贸n en la experimentaci贸n. Una pregunta que todo el mundo deber铆a plantearse de vez en cuando es: ¿c贸mo llevar a la pr谩ctica lo que acabo de aprender en la teor铆a?

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