Peligro Real
Peligro Real
Por: Erreh Svaia
Dispersión Caprina
Nacido bajo el auspicio del Salinismo, el Partido del
Trabajo parecía morir políticamente hace algunos años, una estrategia
desesperada de utilizar a figuras públicas de la televisión para ahorrar en
colocación de candidatos en la conciencia pública le valió un poco de oxígeno,
aunque el rescate significativo vino por parte del PRI-Gobierno, quienes lo
salvaron en el último momento luego de que se validara el uso de una elección
extraordinaria para considerar que el PT había obtenido el mínimo necesario, de
ésta manera el PT se volvió nuevamente comparsa del PRI para varias elecciones,
y al igual que otro comparsa del PRI, el PES, trasladaron su apoyo a Morena
para las elecciones del mes de Julio del presente año, a pesar de sus irónicos
inicios bajo la custodia Salinista, el PT ha desplegado en años recientes una
inclinación por la izquierda más radical en el ámbito mundial, ostentando el
mismo nombre de un partido abiertamente Marxista existente en Brasil y que
impulsara las candidaturas de Lula da Silva (quien admite no saber un carajo
sobre el marxismo) y Dilma Rousseff, por otro lado, el PT reconoce abiertamente
su simpatía no sólo por sistemas autoritarios como el de Cuba y el de Corea del
Norte, que pudiéramos tachar de ser regímenes totalmente antagónicos a la
democracia, también de movimientos nefastos como el de la Revolución
Bolivariana en la devastada Venezuela.
Bajo éste contexto no resulta sorprendente encontrarnos con
iniciativas como la que ha estado manejando recientemente el diputado Benjamín
Robles Montoya en el que se expresa la idea de quitar la autonomía al Banco de
México, autónomo desde el año 1994 (durante la última gran crisis política y
económica en que las reservas se hallaban en un mínimo) y fundamental para la
confianza requerida por parte de los gobiernos de los EEUU y Canadá para el
cierre del original TLC, además de otra inquietud acerca de utilizar las
Reservas Internacionales para uso de proyectos comprometidos por el gobierno
electo, en el nombre de una supuesta “justicia social” y “distribución de la
riqueza” (acorralados por promesas insostenibles en realidad que implicarían
aumento de impuestos y más deuda), no hay que olvidar que éstas reservas
alcanzaron puntos máximos durante los sexenios de Felipe Calderón y de Enrique
Peña Nieta, originados por una política responsable respecto a las ganancias
generadas por la venta petrolera y las coberturas adquiridas por el mismo
Banxico, dichas coberturas, que han alcanzado máximos históricos han servido
para reforzar la confianza de la inversión extranjera, que a la par ha
alcanzado máximos históricos en años recientes, y que su posible uso para gasto
corriente podría implicar no sólo perdida de confianza en el accionista
extranjero, también una fuga de capitales, pérdida de inversión y una crisis de
confianza del país hacia el exterior.
La pérdida de la autonomía del Banxico implicaría “devolver
la economía a Los Pinos”, o a volver a tomar decisiones económicas por motivos
políticos”, como en las épocas de la “docena trágica” de Luis Echeverría y José
López Portillo, en que se llevó al país a la quiebra, así mismo, utilizar las reservas
internacionales (bajo la excusa de solventar la “bancarrota” en que se
encuentra el país) implicaría realmente llevar al país a la quiebra y a una
situación critica en un panorama que la misma gente de Morena, compañeros de
coalición del PT, definen como una “quiebra moral”, luego de que el presidente
electo aclarara que el país está en una buena posición económica,
contradiciendo aclaraciones que el mismo presidente electo, Andrés López ha
hecho a los inversionistas en lo que señala el respeto a la autonomía de las
instituciones, o la designación del economista Jonathan Heath como
subgobernador del Banco de México, más cercano a las administraciones liberales
de Carlos Salinas, en las que se inició que a las fracciones de “izquierda” que
habitan parte del vago espectro político conocido como Morena.
Aquí también cabe señalar los orígenes del diputado del PT
Robles Montoya, principal impulsor de éstas iniciativas, hombre nacido en el
PRI de Michoacán, conocido como el “Cara Sucia”, quien ha “navegado” como
muchos otros vividores políticos por infinidad de partidos hasta llegar hoy al
PT en Oaxaca, fracción del partido al que ha convertido en su coto de poder
personal y en que ha ingresado a su esposa e hijo para ejercer varios puestos
políticos como candidatos plurinominales, a manera de los viejos cacicazgos
contra los que Andrés López dice estar, pero que se gestan a la vieja usanza en
sus narices en varios estados.
Perder la autonomía del Banxico o el uso indiscriminado de
las Reservas Internacionales implicaría un retroceso grave y un error crítico
que pondría a México en una desastrosa ruta hacia un pasado que ya vivimos y
que ya sufrimos (o que también hemos visto en Venezuela en el 2005, en que el
fallecido Hugo Chávez logró disponer de dichas reservas internacionales con desastrosos
resultados), a pesar de muchos parecieran no querer recordarlo, como el mismo
Heath ya ha señalado, no estamos hablando del imaginario monstruo conocido como
“neoliberalismo” al que como país ni siquiera nos hemos acercado, si es que
existiera, sino peor aún, caer en las iniciativas de un hombre como Robles
Montoya que precisamente representa a la perfección ese mal que en verdad nos
ha alejado, el “capitalismo de cuates”, ese que Robles conoce bien y que nos ha
dado muestra de manejar en Oaxaca bajo al bandera popular de su partido, por el
momento.
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