De Izquierdas a Izquierdas


De Izquierdas a Izquierdas

Por: Erreh Svaia

Dispersión Caprina

Un ciclo que la izquierda no ha sabido atajar bien en su totalidad al impulsar a la población en situación de pobreza, rumbo a una mejor movilidad social, es la de satisfacer a una creciente clase media, en su lugar, al llegar a éste callejón, la izquierda suele meter reversa y buscar mantener al ciudadano antes de convertirse en clase media o incluso, da reversa y comienza a destruir a la misma clase media, para muchos de éstos personajes oscuros de la izquierda es más sencillo disminuir la desigualdad empobreciendo a la población “expropiando” la riqueza y “distribuyéndola”, en lugar de subir el nivel económico de la población y crear la riqueza, siempre resultará más sencillo arrastrar hacia abajo a la mayor parte de la población que hacía arriba.

Las elecciones del 7 de Octubre en Brasil acentuarán los cambios de rumbo ya presentes en la región, hasta hoy, el candidato que lidera las encuestas es Jair Bolsonaro, militar retirado y personaje oscuro de la ultra derecha brasileña con una peculiar afinidad por la dictadura militar de décadas atrás, el daño causado a la izquierda por parte de personajes como Lula da Silva y Dilma Rousseff ha sido tan profundo que ha orillado a muchos ciudadanos a moverse hacia el extremo contrario, lo cual se convierte en un peligro para la estabilidad del gigante de Sudamérica, aunque durante sus dos períodos de gobierno y después de tres campañas como candidato a la presidencia, Inácio Lula da Silva no fue capaz de cumplir con el total de sus promesas, su alfil, Dilma Rousseff se encontró con la gran decepción del pueblo brasileño a quien Lula le había prometido el “primer mundo” y no se los dio, las exigencias eran más educación, más salud y más oportunidades de trabajo, en su lugar, solo se tuvo un escándalo de corrupción mayúsculo que coadyuvó a la destitución de Dilma y al encarcelamiento de Lula, ni una visita papal, ni un mundial de fútbol fueron suficientes para calmar los ánimos encendidos de los brasileños.

Hoy más que nunca las condiciones políticas de Brasil exigen candidatos excepcionales que puedan cumplir con los requerimientos de la población, que demuestren no estar atados a los dogmas de sus partidos o a los extremos radicales de ideologías nocivas de izquierda o derecha, en lo personal considero que Fernando Haddad tiene una lucha cuesta arriba bastante compleja, ir contra el puntero, Bolsonaro, ir contra recientemente mala reputación de Lula, ir contra el amargo desenlace de Rousseff, y tratar de romper con el estigma de corrupción que ha hundido al Partido de los Trabajadores, por un lado Haddad se muestra como la figura que realmente debió suceder a Lula, economista con posgrado en filosofía y con experiencia tanto en sector privado como público (en donde se caracterizó por arriesgadas apuestas poco populares con la ciudadanía, pero brillantemente ejecutadas, tal vez mal comunicadas, lo que le valdría primero rechazo y después aclamación total), y como popular académico en la Universidad de Sao Paulo, una moderación política que lo aleja del sindicalismo de Lula o de los antecedentes en la guerrilla de Rousseff, por si fuera poco, Haddad representa a una izquierda enfocada realmente a impulsar la educación moderna, así como el arropamiento de las nuevas tecnologías descentralizadoras que desregulan la actividad empresarial (su apoyo a la entrada de Uber a Sao Paulo, por ejemplo).

Para Haddad su postulación por parte del Partido del Trabajo es un obvio lastre tras los escándalos legales de Lula, sin embargo su postulación denota un desplazamiento hacia el centro que busca contrarrestar de manera madura el extremismo de Bolsonaro, una verdadera amenaza considerando el peso de Brasil en la región, si bien hoy Bolsonaro se encuentre en la cima de las encuestas, Haddad ya se posiciona como segundo, si consigue acortar distancia será el contendiente seguro de Bolsonaro para la segunda vuelta y considerando el fuerte nivel de rechazo hacia el candidato de ultra derecha, podríamos hablar de un Haddad consiguiendo la ventaja en la segunda contienda.

La visión preparada, abierta, liberal y moderada de Haddad contrasta bastante con el otro gigante de la región que ya marcó su giro a la izquierda, México, con una estridente condena a la reforma educativa, con una marcada tendencia hacia el conservadurismo y sin esa vocación a abrazar las nuevas tecnologías, hay de izquierdas a izquierdas, unas que se adaptan a los tiempos y tratan de ofrecer una visión pragmática en beneficio de las mayorías sin descuidar a las minorías, y otras izquierdas retrógradas que no superan el nacionalismo, que rechazan la modernidad y que parecieran querer revivir pasados autoritarios, en ese aspecto, Bolsonaro se parece más a la izquierda que ha tomado el poder en México, mientras que Haddad se va revelando como la izquierda que en realidad quisiéramos, veremos si Brasil decide mejor.

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