Train to Busan, Yeon Sang-ho, 2016
Train to
Busan, Yeon Sang-ho, 2016
Por: Erreh
Svaia
Rock N Roll
Animal
La cinta que definió para siempre el género de los zombies
es y será El Amanecer de los Muertos Vivientes, inmortal (ja ja ja) cinta del
maestro George A. Romero quien atinadamente se atrevió a poner a un
afroamericano como protagonista de la cinta y justo al final, lo asesinó, de
ésta manera inaugurando y dando la pauta a ese subgénero cinematográfico
conocido como cintas de "apocalipsis zombie", el cual, en realidad no
llama mucho mi atención éstos días, salvo por el curioso paralelismo de hordas
descerebradas de creaturas rabiosas (algunas ultra nacionalistas, otras
radicales de izquierda pseudo progresistas) sin voluntad propia tratando de
devorar a los últimos individuos pensantes del planeta, pareciera que se alguna
manera reconocemos nuestra realidad, tal vez de ahí el éxito de ese tipo de
cintas recientemente.
También he repetido en varias ocasiones que, para un humilde
servidor, el libro definitivo del género zombie es el extraordinario World War
Z de Max Brooks, difícil olvidar, eso sí, la infame adaptación con Brad Pitt
como protagonista que se llevó al cine, que termina dejando un mal sabor de
boca para los devotos al libro, el cual integra de lleno al género en nuestra
peculiar realidad geopolítica con talento desbordante y una capacidad de Brooks
de presentar algo verdaderamente original al lector de un género carente de esa
originalidad y soberbia visión.
Pero entonces si la película de WWZ nos dejó mucho que deber
del universo zombie, ¿Qué cinta sería mi elegida para llevarse la distinción
como mejor cinta de zombies de la era moderna? La respuesta sin lugar a dudas
es Train to Busan (horrendamente titulada “Estación Zombie”, debo decir que
cuando leí el título dudé mucho en dedicar tiempo para averiguar si la película
podría ser una buena opción, terminó ganándome mi afición por el cine de Corea
del Sur, que a fuerza de puro talento se ha conseguido convertir en la punta de
lanza del cine de Asia del Sur, y en una apuesta poderosa del país para
consolidar su industria a nivel mundial.
Yeon Sang-ho, director de la cinta demuestra una fuerza
singular al ejecutar su oficio, un verdadero director de orquesta sumamente
eficiente para utilizar sus registros a nivel visuales y de actuación,
consiguiendo una cinta inteligente, muy por encima del nivel acostumbrado en
éste genero y en la línea del excelente cine salido de este país de Asia del
Sur, la historia no es precisamente de una complejidad llamativa, pero la
fuerza con que Sang-ho imprime sus ideas, sus comentarios respecto a la
sociedad Coreana son memorables, pareciera que Sang-ho aprovecha a la perfección
ciertos momentos para aplicar las líneas correctas y transmitir un mensaje
deseado de una manera brillante, la acción es trepidantes y las soluciones que
le da a cada escena para llevar a la siguiente denota una creatividad explosiva,
los personajes de inicio pueden parecer poco sofisticados, pero a medida que
avanzan a vertiginoso paso los eventos, van adquiriendo una profundidad
asombrosa.
Train to Busan resulta un verdadero agasajo visual, una joya
que sobresale en un género cuya enrome proliferación amenaza sus niveles de calidad,
Yeon Sang-ho demuestra con solidez su capacidad para trascender más allá de la
historia y del género, consigue contar una historia, adentrándonos en ella, involucrarnos
y finalmente hacernos partícipes, una joya que no debiese pasar desapercibida y
que se convierte en lo que para mí, debiera ser el punto máximo del género hoy
en día.
Comments
Post a Comment