Respeto Para Merecer Respeto
Respeto Para Merecer Respeto
Por: Erreh Svaia
Dispersión Caprina
Todos tenemos derecho a ser libres y vivir según nuestra
convicciones siempre y cuando respetemos la libertad de los demás sin causar
daño alguno, el respeto al estilo de vida cada quien es fundamental, todos y
cada uno tenemos el derecho de vivir a nuestra manera anteponiendo el respeto a
los demás primero, cada quien tiene el derecho de buscar lo que entiendan por
felicidad de la manera que lo deseen mientras no se cause daño a un tercero, y
bien, la controversia circundante a Ángela Ponce respecto a su participación en
un concurso de belleza para mujeres, a pesar de ser transgénero me parece que
lejos de ser una controversia con respecto a los derechos humanos se trata de
la explotación oportunista de los organizadores del certamen con el fin de
conseguir aumentar su audiencia en franca picada, muy respetable la persona de
Ponce, sin conocer a fondo, supongo que deben existir certámenes para hombres
que han optado transformarse en mujeres y me parece en verdad aberrante, quizá sonando
un tanto conservador, tratar de que alguien que no ha nacido mujer participe en
un concurso de belleza para quienes han nacido mujeres, el morbo explotado por
los organizadores y tal vez el deseo de Ponce de prestarse a esto, no dudo que
desemboque en una enorme audiencia el día en que se lleve acabo el evento y en
una posible carrera fructífera para Ponce, si es que posee algún talento
adicional como otros transgéneros lo han hecho.
De entrada, los concursos de belleza me parecen patéticos,
tratando de imponer estándares ofensivos de belleza femenina, no se diga en
ésta ocasión en que alguien que no ha nacido mujer sea puesta a competir contra
mujeres que han nacido en con esa condición, es hasta cierto punto degradante pretender
ser de mente abierta y progresista permitiendo una situación de éste tipo,
lejos de ser un tema referente a los derechos de las personas sexualmente
diversas, me parece una terrible explotación comercial y que denota por mucho
la explotación de las personas con el objetivo de lograr un beneficio
económico, si la señorita Ponce se considera a si misma un ejemplo para su comunidad,
el deber ser es que no se prestara para un evento ya de por si de grotesca
naturaleza que pretende elevarse a la “n” potencia, peor aún en agravio de
aquellas que de inicio han decidido ceñirse a éste tipo de certámenes y que
parecieran ser degradadas de su condición de nacimiento por tan absurdos trucos publicitarios.
El hecho de que Ponce se considere a si misma activista a
favor de la diversidad y la tolerancia me parece perfecto, pero dudo que su
posición en un concurso en el que compiten mujeres así nacidas sea la manera
correcta de defender en lo que ella cree o su posición respecto a la violencia,
acoso y rechazo que sufren las personas de su condición, un Miss Universo con bases
retorcidas, curiosamente aprobadas en épocas en las que aún Donald Trump era
director del certamen y que demuestra una enrome contradicción, degradación y
sin sentido que deja al espectador, lejos de obtener una lección de comprensión
y tolerancia, más cercanos a lo absurdo, grotesco y morboso.
Aplaudo el valor de Ponce, y también aplaudiría su congruencia
respetando la naturaleza del nefasto certamen, el respeto que pueda demostrar a
quienes han nacido mujer y su rechazo a tan burdo circo comercial, hay otros
foros para luchar y lograr una trascendencia, esto es una mera broma macabra de
nuestra era post moderna buscando explotar sus peculiaridades de formas siniestras,
prestarse a farsas de éste tipo sólo va en detrimento de la noble tarea de la búsqueda
individual de los que cada quien piense sea la felicidad.
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