James Ferraro- Sushi (2012)

James Ferraro- Sushi (2012)

Y de los Fushitsusha, pasamos a otro Sushi, al que nos trae el siempre controvertido Sir James Ferraro, quien según nos dice, luego de pasarse una temporada en el reino hundido regresa fascinado con la escena grime, cierto o no, Sushi resulta un paso en dirección diferente a la de Far Virtual Side, y Ferraro transforma su saturado e hiper digitalizado sonido a favor de un sonido, no más orgánico, igual de sintetizado, pero menos contraído por el yugo de su alta conceptualizaciòn, de la cual Ferraro da un paso atrás y se deja llevar un poco más por sus instintos, los ritmos se perciben menos calculados y hay cadencias más abiertas, que dejan atrás la abstracta síntesis del disco anterior.

Powder abre con sus vaivenes y cascabeles este disco, el universo de Ferraro cada vez se contrae más e irónicamente su sonido se expande, sus distintos proyectos cada vez parecen acercarse más y más, desde Bebetune$, hasta Bodyguard parecieran conjurarse en este Sushi, Ferraro abre el abanico de sonidos para incluir nuevas incursiones rítmicas  y romper un poco con el estricto concepto del mundo digital del FVS, que aquí se convierte en un mundo moderno si, pero dónde no sólo la tecnología prevalece, sino también los ritmos convulsivos, la algarabía nocturna y las pistas de baile para dañados mentales.

Jumpshot Earth pareciera el equivalente a disparar en un cuarto muy pequeño, podemos escuchar la bala rebotando en las estrechas paredes y pasar zumbando muy cerca de nosotros, al tiempo que nos contorsionamos para evitar cruzarnos en su letal camino, Ferraro abre con su poder musical puertas dimensionales en las cuales cual Alicia en el País de las Maravillas caemos sin remedio y nos convertimos en parte de este complicado rompe cabezas tridimensional y multi color.

Flamboyant es una pieza de daño mental llevado al espectro sonoro, con un efervescente sonido que pudo haberse producido originalmente en el interior de nuestro estómago, Ferraro juega con la elasticidad y resonancia de los sonidos, nos trae sonidos que pudieran parecernos comunes, superficiales, innecesarios o hasta detestables y los reconfigura de manera que se convierten en algo nuevo, en arte, si claro, como Warhol hace de lo cotidiano su obra maestra, si claro, todo sonido tendrá sus 15 segundos de fama en los temas de Ferraro, el nuevo Warhol sònico.

Playin Ya Self posee esa exhuberancia repetitiva y sonora que confirma hasta cierto punto las declaraciones de Ferraro, partes del llamado grime y del juke surgen a la menor invocación de Ferraro, quien juega con estos demonios epilépticos a gusto, os provoca, les escupe, les abofetea y permite que estos le persigan y le rodeen, para después hacer con ellos su santa voluntad y emborracharse con ellos y combatirlos en plan Hellboy.

Baby Mitsubishi tiene un ritmo asesino, quebrado y tambaleante, soportando por repetitivos samples y luminosos sintetizadores que le dejan un pie en los experimentos de sus compadres sonoros, entiéndase Oneothrix Point Never y los Emeralds, curiosamente cada uno de estos tres actos desarrollando nuevas vertientes de sonido, o haciendo guiños a la caricaturesca Nicki Minaj en Lovesick, mientras que E7 bien podría ser parte de la cinta sonora de la del buen David Cronenberg, Cosmopolis, esa que lleva por protagonista al rarito ese de Crepúsculo.

Jet Ski & Sushi podría ser nuestro tema perfecto para bailar en un estado de ebriedad bastante avanzado, Ferraro aborda sin miedo ritmos alucinantes, con extravagantes cadencias, y aunque aquí lo predominante es lo “cul”, alcanza los alucinantes y saturados niveles del Far Side Virtual, aunque lo robòtico no aparece aquí en ningún momento y la fiesta “tropical” se desata en SO N2U, con camisa palmera y bebida de piña colada.

Ferraro nos trae otro festín post post moderno de primer nivel, sin meterse en tantas complicaciones como en el Far Virtual Side, si aquel innovador disco significó a Ferraro metiéndose dentro de los gadgets de la tecnología moderna, este Sushi significa la invasión de Ferraro no solo a los gadgets sino a el hábitat de las generaciones modernas, con pantallas planas, home theaters, condominio en las alturas a media luz y blue rays, todo ellos a ritmo grime extraído del tono de un teléfono inteligente, otra retorcida joya en la carrera de Ferraro.