The Yardbirds-Roger The Engineer (1966)

The Yardbirds-Roger The Engineer (1966)

Sin duda uno de mis discos favoritos de aquella época (1966), mientras los Beatles y los Beach Boys luchaban por llevar al pop al máximo estado de vanguardia, había otros artistas dedicados a llevar la música al extremo (claro, estaban los Who como algo aparte llevando el pop la música de arte y la música extrema a las nubes!), dígase los Velvet Underground o los Blue Cheer en un lado del atlántico, y dígase los Yardbirds o los Kinks en el otro lado, sin duda, los Kinks eran una banda salvaje, que después adquirirían una capacidad artística que se inclinaría más por la aguda observación y comentario social, la sátira y la nostalgia, bien llevada por su líder, Ray Davies, la otra gran banda extrema en aquellos años serian los Yardbirds, una banda que se sale un poco del patrón de bandas de la invasión inglesa, mejores músicos que muchos en la escena y con una marcada inclinación por la experimentación, por si fuera poco los Yardbirds eran un grupo de guitarras, contando entre sus filas a gente como Eric Clapton, quien los llevaría por el camino del blues profundo, Jeff Beck, quien los llevaría a la experimentación sonora y un Jimmy Page que les ayudaría a mutar en algo más cercano al heavy metal que hoy conocemos, usando a la banda como eslabón para la creación de sus Led Zeppelin.

Roger The Engineer es un disco intenso y extraño de principio a fin, los rave ups que tanto gustaban a la banda son omnipresentes, desde la inquieta Lost Woman, con un trabajo alucinante, como la vida misma en el bajo, una batería embrujada y una fantasmal y omnipresente armónica dispuesta a penetrar los tímpanos de manera inmisericorde, y ya ahí podemos notar el poder de los riffs brutales de un muy joven Jeff Beck, a un par de años de inventar el heavy metal con su banda propia, pocas bandas se iban a tales extremos sonicos con tanta gracia y con tanta inteligencia, o en temas como Over, Under, Sideways, Down dónde Beck se encarga de introducir alucinantes motivos orientales, una tendencia que pronto se haría generalizada en bandas como los Beatles y los Stones, si claro, Brian Jones y George Harrison nos adentrarían en el mundo de la sitara del gran Ravi Shanker, pero unos cuantos años antes, Beck ya estaba haciendo sonar a su guitarra más hacia el oriente que nadie, adelantándose a los freak outs (o inventándolos, como en Hot House Of Omagarashid) de bandas como los Pink Floyd de Syd Barrett (Syd Floyd) o los Alice Cooper, cuando eran una banda y no un vocalista solamente.

The Nazz Are Blue es un blues intenso y machacante, con guitarras poderosas, con un baterista brutal, casi asesinando su batería a golpes macizos, y un vocalista que sabía capturar con su voz la locura del momento,  y un Jeff Beck intenso, adelantándose a su tiempo por completo, es importante también reconocer la amplísima visión de la banda y la actitud de todo vale, siendo los primeros en reconocer el enrome talento de una banda maldita del otro lado del océano, los Velvets, de quienes aprenderían el clásico underground Waiting For The Man, de la cual harían su propia versión, o que decir de los cantos de I Cant Make Your Way, en dónde la línea vocal se inspiraba en los tremendos Fugs, posiblemente la primer banda underground de la historia.

Happenings 10 Years Time Ago es un tema titánico, la banda inventando prácticamente el camino para futuras bandas como los ya mencionados Led Zeppelin o los Deep Purple, heavy metal en su estado más primitivo, casi a punto de ser re definido por Beck en unos meses más, o que decir de Psycho Daises, que sin duda debió ser importante en la creación de proto punk de los MC5, los New York Dolls o los Stooges, una descarga tan salvaje y demencial como pocas en las épocas, que deja claro que al igual que los Velvet, los Yardbirds ya veían al ruido como un elemento más de composición musical.

Roger The Engineer carece del carisma de otros discos de la época, pero esta sobrado de ideas geniales e innovadoras, un disco brutal de una banda sin una gota de miedo, una banda confiada en sus capacidades y proclive a la experimentación más alucinante, que posiblemente aquí, sembró la verdadera semilla de la música extrema que estaba por venir de aquel viejo continente.