Jandek- Indianapolis Saturday (2012)

Jandek- Indianapolis Saturday (2012)

Poético y alucinante, así es el mundo de Jandek, a pesar de que el misterio de su persona se ha disuelto, su proyecto y sus fines siguen tan misteriosos como en sus inicios, arriesgando y experimentando ahora en el contexto de la libre improvisación, pareciese que Jandek ha llevado su proyecto a nuevas alturas con estas presentaciones en vivo, dónde el artista experimenta, intercambia instrumentos, busca nuevas formas y toma uno y mil riesgos durante la ejecución, todo esto claro, acompañado de músicos que parecieran compartir cabalmente su visión y convirtiéndose en una nueva versión de Damo Suzuki, quien se hace acompañar de músicos locales en los lugares que visita y monta su espectáculo de la nada hacia el cielo.

The Chance incluye ásperos violines que nuevamente me remiten la referencia de los Can o de Damo, y es que a pesar de lo aventurada que pudiera ser mi afirmación, Jandek aquí alcanza el minimalismo y los ritmos repetitivos de la gran banda alemana, al mismo tiempo que introduce desafiantes elementos musicales poco acordes, pero que terminan funcionando a su manera, es Jandek uno de los más grandes vanguardistas de la actualidad o un fraude? Yo me inclino por la primera afirmación, y es que no sólo Jandek supo construir un mito con esos intrigantes discos anónimos editados a lo largo de décadas pasadas, sino que finalmente dio la cara y ahora construye el misterio ante nuestros propios ojos, ya sea en la guitarra, en el bajo, en los teclados o simplemente en la voz, Jandek abre huecos a nuevas dimensiones, en plan free jazz, aunque sin ser jazzista, Jandek crea piezas alucinantes que de alguna manera se las ingenia para que mantengan esa aura misteriosa que siempre ha caracterizado su carrera, ya sea la flauta psicodélica que acompaña este tema, las espaciosas percusiones o el tímido piano minimalista, los fantasmas siempre se manifestaran junto a él.

What I Am es un tema de inicio tan destartalado como las mejores piezas abstractas del buen Capitán Beefheart, con cuerdas disonantes al más puro estilo de los Sonic Youth aunque totalmente propias de Jandek, aquí no hay rock, aunque hay algo del fantasmal espíritu del blues del sur, hay un ritmo, aunque este no es un ritmo alegre o complaciente, es difícil y nos tortura, y por si fuera poco esta esa voz, como de chamàn, que en cierta forma añade al más toxicamente dañado Jim Morrison invocando a los espíritus ancestrales que decía le habían poseído, esos a los cuales Jandek parece aquí evocar.

Goodbye My Love es probablemente la pieza que más podría asemejarse a aquel legendario Jandek de los discos, con ese sabor al blues sureño a flor de piel, todo esto a pesar del bizarro ritmo que la banda aplica a la pieza, con un sonido disperso y relajado y esas guitarras que por momento suenan tan punzantes como las del maestro Derek Bailey, Jandek crea aquí algo similar a un tren que marcha a paso constante y vertiginoso sin muchas desviaciones, salvo los extraños cortes en ritmo que aplica el baterista, el bajo tímido en el fondo y las guitarras como telarañas entrelazándose, mientras que una flauta con entonaciones jazzy hace su aparición por segundos, Jandek se divierte con sus extrañas creaciones, para el probablemente existen décadas que no ha vivido, su sonido y ejecución tienen esa sensación de algo que fue contenido en el pasado, encapsulado y ahora se libera sin influencia de la música de las últimas dos décadas.

Temas como I Left You There, This Day o When He Comes atestiguan el fantasmagórico paso de este creador a través de cada una de ellas, algunas piezas lentas y fúnebres, otras como la última mencionada con una muy curiosa cadencia, que nos deja pensando lo mucho que Jandek debe disfrutar estos jams al grado de extenderlos y llevarnos por pasajes puramente surrealistas, por otro lado, aunque sabemos que en disco Jandek solía grabar muchos de los instrumentos, Jandek aprovecha espacios para alternar instrumentos y demostrarnos que no estamos ante un guitarrista o un vocalista común y corriente, en ocasiones, Jandek invita a otros músicos a tomar el micrófono y el se encarga de las guitarras que al trabarse en un ritmo me traen a la mente los mejores momentos del buen Sterling Morrison de los Velvet Underground, o que decir de Marvel At The Wilderness en dónde el oscuro espíritu de otro Velvet, John Cale es invocado.

Jandek es una leyenda viviente y esta fase publica significa la segunda parte de su plan maestro, el primero le tomo décadas realizarlo y lo ejecutó impecablemente, en esta segunda fase se da sus libertades, muchas por cierto, disfruta del momento y nos brinda un universo paralelo al que ya conocíamos, dónde da rienda suelta a las tendencias aislacionistas de su anterior fase, aquí Jandek está libre y suelto, disfruta del escenario y su música crece a pesar de las limitaciones, apoyándose en músicos que le entienden a la perfección  y que obviamente disfrutan empapándose de la “experiencia” de estar conviviendo con una leyenda viviente, Indianapolis Saturday es un viaje a la salvaje mente de un curioso personaje, libre aquí para deambular y expresarse con toda su primitiva y excepcional esencia.

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