Camino Sin Retorno





Camino Sin Retorno

Por: Erreh Svaia

El Craneoscopio

La posición que hemos decidido jugar en éste sexenio, con respecto a América es una muy deplorable, el sexenio pasado hablábamos del “Mexican Moment”, un momento inflado artificialmente gracias a la caída de Brasil como gran promesa “económica” (también inflada) y a un momento de crecimiento de los EEUU que nos arrastraba hacia arriba, pero como esas imágenes infladas, tarde o temprano, se precipitan, así, el Mexican Moment nunca llegó, Brasil se hundió más, y cayó de un extremo del populismo (la izquierda con Lula Da Silva y Dilma Rousseff) al otro (a la derecha con Jair Bolsonaro), mientras que los EEUU acentuaron su declive populista, primero la “gran promesa” de Barack Obama, nunca se concretó como se tenía en mente, y de la decepción, llegó la bestia blanca, Donald Trump, a México, le tocó navegar en ésta tormenta, y de alguna manera sacar provecho de la mala posición de Brasil, y de la atención de Donald Trump enfocada a China, sin opción para destacar, solamente buscando la chance de sobrevivir.

Ahora nuevamente la sombra de Brasil y de los EEUU se abalanzan sobre nosotros, ante una crisis ambiental que va en aumento, los EEUU de Trump, han dado la espalda a la lucha contra el cambio climático, Trump, ha decidido cortar todo apoyo, cortar todo acuerdo (como el de París), y volverse negacionista del cambio climático, en Brasil, el presidente Bolsonaro a optado por la misma ruta, y las nefastas consecuencias las hemos presenciado, al tiempo que el Amazonas ardía en llamas a consecuencia de la tala inmoderada y del recorte de presupuesto en las dependencias a cargo del cuidado de los recursos naturales, ante ésta arremetida en contra del planeta, el gobierno de México ha decidido apostar muy fuertemente por las energías fósiles, el uso incremental del carbón como material de generación de energía, la construcción de nuevas refinerías, así como la búsqueda de una mayor extracción y producción de petróleo por parte de Pemex, si me preguntan, el presidente López, se ha sumado a la apuesta por la destrucción del planeta a la par de Trump y Bolsonaro.

¿Una muestra más? El presidente López declinó asistir a la Cumbre Climática convocada por la ONU, la política exterior no es de interés o del entendimiento del presidente, el problema es que el cambio climático no podrá ser resuelto por los nacionalistas, que sueñan con desconectar a su país y economías de la dinámica global, con el fin de protegerlas de la incertidumbre, nada más ignorante que pensar que las consecuencias del cambio climático no nos golpearán, sólo porque el país se desconecte del resto del mundo, desafortunadamente, para el nacionalista, la visión amplia del problema, es imposible de ver, hay una muy extraña obsesión por parte del presidente López, que pareciera vivir anclado en el pasado y fuertemente esperanzado en el petróleo como “palanca de desarrollo”, poniendo fin a cualquier otro proceso que pudiera indicar una transición hacia energías más limpias.

Aunque con menos resonancia que la insensatez de Trump y de Bolsonaro, pero igualmente enfilados por el camino de seguir utilizando combustibles fósiles para mover al país, el México del presidente López ha terminando subordinándose a las señales de Washington, irónicamente tanto Europa, como China, más recientemente, ha decidido abandonar la ruta de la destrucción, lamentablemente, para América, parece que la razón, aún no empieza a operar.
   

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