Scorpions, Lovedrive, 1979
Scorpions, Lovedrive, 1979
Por: Erreh Svaia
El Craneoscopio
Los hijos predilectos de Hannover, Alemania, Scorpions es una
de mis favoritas bandas, específicamente en el periodo comprendido entre sus primeros
discos y los que editaron a finales de los 70s, discos como Fly to the Rainbow,
In Trance, Virgin Killer y Loverdrive, muestran una interesante evolución de
una banda que se debatiría entre el hard rock y el heavy metal, con discos como
el Virgin Killer, con guitarras feroces o el In Trance con un hard rock
bastante oscuro, y es que no resulta complicado poner a los Scorpions a la par
de unos Judas Priest o unos Iron Maiden, hasta cierta época en los 80s, y
resulta bastante interesante los cambios de la banda en base a los “vientos de
cambio” del ambiente musical, luego de un periodo que se me hace exquisito, entre
1974 y 1976, en que la banda, gracias a sus inusuales orígenes alemanes,
conseguían un sonido distante y a la vez paralelo al hard rock estadounidense y
al heavy metal inglés.
Para finales de los 70s, con bandas como Van Halen, comienzan
a vislumbrarse nuevas tendencias musicales, y para el 78, la banda rompe
relación con su anterior guitarrista Uli Jon Roth, parte fundamental de la
banda, y uno de sus principales compositores, el evento, resulta arriesgado
para la banda, pero es una clara señal de un rompimiento con la música de los
70s, en especial con un Roth, cuya principal inspiración era Jimi Hendrix, y
una mirada hacia el futuro, con un Eddie Van Halen, que se alzaba como el nuevo
“dios de la guitarra moderna”, y que mejor, para éste “paso de la muerte”, que
la reintegración del guitarrista Michael Schenker, rumbo a lo que sería posiblemente
uno de los mejores discos de la banda, el clásico Lovedrive.
Michael Schenker, un guitarrista adelantado a su época, y
retirado temporalmente de su legendaria banda UFO, se reincorporaba con la
banda de su hermano, Rudolph Schenker, y que mejor personaje que Michael, para
conseguir hacer integrar a los Scorpions a los 80s, y Lovedrive sería
precisamente el disco o vehículo encargado de esto, una especie de “Back in
Black”, para los Scorpions, luego de perder a un elemento clave y ante la
oportunidad de convertirse en una banda de popularidad transatlántica, con
temas como Loving You Sunday Morning, con fabulosas guitarras ( a cargo de
Rudolph y Michael Schenker, y del recién llegado Matthias Jabs) y una sección rítmica gracias al bajista Francis
Bucholz y al sólido baterista Herman Rarebell, eso sin dejar fuera las siempre espectaculares
vocales de Klaus Meine.
Another Piece of Meat, pasaría a convertirse en uno de los clásicos
de la banda, gracias a una inercia que los Scorpions recuperaban de discos como
In Trance, y que Michael Schenker traía de los intensos UFO, haciendo más
robusto y a la vez dinámico el sonido de la banda, apoyados en una poderosa
sección rítmica de primer nivel, con un Michael derrochando su talento superior
y aprovechando cualquier espacio dejado por su hermano Rudolph, otra gran
sorpresa aquí, sería el descubrimiento estelar de lo que sería una de las armas
secretas más poderosas de la banda en el futuro, las “power ballads” o baladas
poderosas, ejemplificada por Always Somewhere, que ayudarían a la banda a adquirir
una popularidad impensable todavía en 1979, y que más adelante también se
convertiría en una carga pesada para la evolución de la banda.
Michael Schenker dejaría su huella permanente en Loevdrive
mediante la pieza instrumental Coast to Coast, en donde que da perfectamente
fija el poderío de Schenker y las seis cuerdas de su instrumento, y que anunciaba
de forma perfectamente clara que los Scorpions dejaban atrás los 70s, para integrarse
de lleno en los 80s, aún con bastante veneno en el aguijón, como es posible
confirmar en Can´t Get Enough, pieza de hard rock/ heavy metal totalmente devastadora.
Curiosamente Lovedrive, pieza que da título al disco, es en
la que podemos escuchar más descarada de los UFO, a través de Michael, abrazada
por los Scorpions, en un tema, que podría recordarnos de inmediato el Light Out
y un poco a la intensidad de la música punk, que comenzaba a integrarse en el
heavy metal con el fin de romper el letargo del género, que se revitalizaba así
en la llamada NWOBHM, con unos Scorpions adaptándose a la par, e incluso
adelantándose, como hacían los Judas Priest, por ejemplo.
Holiday sería hasta ese momento, la señal más importante, de
lo que el futuro depararía para los Scorpions, un ejercicio soberbio de una
depurada balada atmosférica, que se convertiría en el principal activo de los
Scorpions a mediados de los 80s, y su único medio de subsistencia en décadas
venideras, parte esencial de el primer disco en que los Scorpions pudieron
demostrar de forma excelsa de todo lo que eran capaces.
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