Daños Colaterales y el Ataque de los Drones





Daños Colaterales y el Ataque de los Drones

Por: Erreh Svaia

El Craneoscopio

Dos devastadores ataques a instalaciones petroleras en Arabia Saudita, hace unos días, han causado gran revuelo en la de por si volátil dinámica global, considerando que el ataque ha decimado fuertemente la capacidad instalada de producción de petróleo saudí, no es sorpresa que el impacto sobre el equilibrio energético global ha sido amplio, la desestabilización, de gran consideración, a primera instancia se habló de un ataque vía drones, dirigido por rebeldes yemeníes de la tribu Houthi (quienes se han auto adjudicado el ataque), en represalia por los bombardeos recientemente realizados por la fuerza aérea saudí (apoyada fuertemente por los EEUU) en territorio yemení, tendríamos que pensar de forma muy objetiva, si las fuerzas yemeníes tendría acceso y capacidad de realizar un ataque de esas dimensiones por si mismos o si han sido apoyados por algún otro agente de mayor capacidad, es bien sabida la relación de Irán, un jugador mayor en Medio Oriente, con los rebeldes yemeníes, de ahí a que haya sido rápidamente señalada la presunta participación del gobierno del presidente Hassan Rouhani  en los hechos.

Los hechos, de alguna manera traen a la mente la lógica de los ataques que alguna vez se realizaron en las Torres Gemelas en tierra estadounidense (el momento en que me enteré del ataque a las Torres Gemelas, pensaba que había sido con naves tele dirigidas), esta vez, los ataques realizados supuestamente en venganza por los ataques saudíes en Yemen, han sido dirigidos de manera estratégica por aparentemente un atacante más débil (Yemen es uno de los países más pobres de Medio Oriente), que ha hecho un ataque casi quirúrgico y estratégicamente dirigido al corazón de sector energético de Arabia Saudita, en la planta de procesamiento de petróleo más grande del mundo, causando que los precios de éste combustible se disparen a nivel mundial, ante la caída enorme de la producción, lo cual genera un impacto directo en los precios de la gasolina, hoy los drones, que parecerían embajadores del futuro, destruyen una planta procesadora de petróleo, que pareciera ser nuestra maldición del pasado, y presente, finalmente las nuevas guerras y ataques terroristas parecen empezar a convertirse en aquello que por error consideré hace ya casi 20 años, ataques con naves tele dirigidas.

Podríamos esperar que los precios del petróleo y la gasolina siguieran en picada año contra año, aunque la realidad es que un fenómeno de éste tipo, genera consecuencias en mucho más de un sentido, por un lado, para los EEUU, ha resultado casi evidente la participación de Irán, y se convertirá en la excusa perfecta para ir batiendo los tambores de guerra, al tiempo que el Brexit duro ya próximo, parece arrojar al ya aislado Reino Unido como el aliado perfecto (y ahora incondicional) de los EEUU, para una intervención militarizada, por otro lado, pareciera que la escalada de precios en el petróleo, dará un curioso respiro a países como Rusia y Venezuela, cuyas obsoletas industrias petroleras, ven como cada vez más se precipitan los precios de los energéticos ante el despegue del gas, como uno de los energéticos preferidos para el futuro, resulta muy sospechoso a fin de cuentas, un ataque que dispara los precios, que termina beneficiando a Rusia y que da una excusa perfecta a los EEUU para cerrar la pinza contra Irán (quienes a su vez, encontrarán ahora la excusa perfecta para seguir adelante con su programa de desarrollo de armamento nuclear), durante un proceso en que el RU no podrá decir que no a los EEUU.

Por otro lado, algunos podrían pensar que la escalada de precios podría tener algún efecto benéfico para México, la realidad es que no, posiblemente Canadá podría obtener algún beneficio, como uno de los proveedores más grandes de petróleo para los EEUU, que seguramente aprovecharán para cubrir la deficiencia en el abasto Saudí, mientras que por otro lado, los precios del petróleo se traducirán en una subida en los precios de gasolina, lo cual sin duda será una notable afectación para la población traducida en una escalada inflacionaria, a menos que dicho incremento sea atajado por un ajuste a la baja en el IEPS, lo cual, implicaría un duro golpe a las ya de por sí, muy disminuidas reservas económicas del actual gobierno, que ha apostado casi todo su paquete económico del 2020 al petróleo, y que a pesar de un “trágico ataque” que podría traducirse en una oportunidad, la realidad es que lejos de ser algo positivo, podría implicar una tormenta que pudiera sacarnos de balance en los próximos meses.         
   

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