El Manual para ser La Resistencia





El Manual para ser La Resistencia

Por: Alejandro Llantada

Tomado de: Alto Nivel

La cantidad de calor desprendido por una resistencia es directamente proporcional a la intensidad de corriente, a la diferencia de potencial y al tiempo.
 James Prescott Joule, físico del S. XIX

Había una vez una roca negra a la orilla de una montaña. No se movía; permanecía orgullosa e inerme, como debía ser. Un día especialmente soleado, escuchó un ruido extraño aproximándose. A lo lejos pudo ver algo parecido a ella. ¡Era otra piedra negra rodando! Pasó tan rápido a su lado que no pudo saludarla. Tampoco pudo ver hacia donde se dirigía. Se burló de ella: “El valor de una piedra consiste en permanecer en su lugar, somos el cimiento mismo del planeta”. Pasó largo tiempo sin suceder nada especial, hasta que un buen día volvió a escuchar una piedra rodando, la pudo ver a lo lejos bajando de la montaña, está vez era blanca e iba directo a ella. No le dio tiempo de pensar ni reaccionar. (“¡Paz!”) Se estrelló en ella.  La piedra blanca ocupó en el acto su lugar y la negra empezó a rodar velozmente… ¡y no estaba tan mal rodar, después de todo!  De la emoción gritó con todo el polvo de su ser. Mientras tanto, un par de músicos borrachos discutían sobre si era mejor el blues de uno o el country del otro. Uno de ellos estaba sentado en una silla mecedora y el otro no paraba de moverse de un lado a otro. Su discusión se detuvo al escuchar el grito de la piedra con un efecto doppler que venía, venía, venía de menos a más… ¡llegando con estruendo frente a sus pies!… para después pasar rápidamente disminuyendo (“¡ooooooOOOOOooooooh!”)… para detenerse un poco más adelante frente al pozo. Azorado por el fuerte grito que provino de aquella roca tan chiquita, el músico que estaba parado se acercó a ella. La recogió y la puso en su oído. Asintió como si aquella pequeña piedra negra le dijera algo e inmediatamente la aventó al aire. Con su guitarra la bateó (“¡taz!”) hacia su amigo en mecedora gritándole: “Rock n` Roll baby”.

Y así fue como nació el Rock n´ Roll… o al menos eso le contó a mi abuelo un músico beodo con una herida en la cabeza. Yo le creo.

Existen dos tipos de Resistencia: una es la que se resiste al cambio, la otra la que se resiste a permanecer igual.  Ninguna es mejor que otra, solo es cuestión de perspectiva: resistirse a ver para adelante o resistirse a ver para atrás. Ambas transforman la energía en otra cosa: Como la roca que no quería moverse, como después ella misma queriendo rodar.

Inmediatamente vienen a la mente las más populares exponentes del tema: La resistencia incandescente de una cafetera o estufilla que genera calor; la resistencia de un objeto a ser movido; la resistencia de una persona a ser conquistada; la resistencia de una mosca al aire; y la resistencia revolucionaria contra un gobierno.

La resistencia a resistir es abandono. Vivir es la resistencia a morir, solo el muerto no resiste. Hasta Buda fluyendo, se resistía a la inconsciencia. El tema no es resistir, eso no lo podemos evitar. Lo importante es saber a qué vamos a resistir, cómo… y más aún… ¿cuál es el propósito de hacerlo? Porque eso, mi querido amigo (a), genera suficiente calor en tu estufilla para cocinar un sabroso guiso.

Ser La Resistencia en el amor
 La resistencia de una mujer no es siempre prueba de su virtud, sino más frecuentemente de su experiencia.

Antes del amor, está la seducción. Y en la naturaleza animal, incluyendo al humano en ello, el(la) espécimen alfa es el que más favores gana. ¿Y cómo se obtiene ese grado jerárquico? Algunos piensan que sólo con dinero, o con músculos. Están en un error, eso ayuda, pero no es lo más importante. En la primera fase, todo se basa en la resistencia.

Nunca de buenas a primeras le digas a una mujer (hombre) que es guapa (o) si lo es.
Insúltala ligeramente: sus manos parecen de hombre (si es mujer), se está quedando calvo (si es hombre) son bueno e inofensivos insultos.
Habla más con quien no te gusta, ignórala(o) y ríe mucho con su amiga(o) fea(o).
Cuando te bese, ve a platicar con otra persona inmediatamente después y que te vea feliz (con la otra persona).
Cuando te escriba o hable, ignórala(o) a veces.

Si le llegas a caer mal (lo cual es improbable, aunque te parezca extraño), es mejor que pasar desapercibido. ¿Mucha resistencia para ti? No te estreses… Eso fue en la fase de seducción; en la fase del amor la resistencia cambia de lugar a uno más afable:

El mal ha cruzado este umbral, pero su recuerdo no los hará marcharse. El amor es capaz de limpiar las peores manchas. Además, ante el mal no cabe la retirada. Sólo la resistencia. Y el compromiso.
 Dean Koontz, novelista actual

Ser La Resistencia en el trabajo
 La gente tiene una resistencia natural a los cambios. No le gustan. Quiere el “status quo”, expresión latina que tal vez signifique “el lío en el que ya estamos metidos”. La gente se resiste a los cambios por diversas razones. Para favorecer los cambios necesarios, los líderes averiguan cuáles son esas razones, y se enfrentan a ellas.
 Rick Warren, escritor actual

No conozco persona que no tenga que lidiar con imbéciles en su trabajo… sea en México, Japón, o E.U.A; lo cual comprueba que es inherente al ser empleado. Cuando el imbécil no es el jefe, es un compañero o empleado. Con imbécil me refiero a gente obtusa, o egoísta, o necia, o amargada, o todas al mismo tiempo. El sistema Conscious Business tiene un método muy saludable para lidiar con estos temas. Le llamo la resistencia para cocinar a fuego lento, porque el calor que genera es poco, pero suficiente:

Pregúntate si eres víctima o protagonista. La idea es que seas lo segundo. Eso significa que la última palabra la tienes tú, se llama “responsabilidad incondicional” y tiene que ver con que pase lo que pase, tú debes tener una alternativa, un curso de acción claro si la negociación falla (BATNA: Best Alternative to a Negotiated Agreement) en caso de que lo que propones no lo acepten los demás. Ejemplo: Tu jefe te pide que hagas algo que no es ético. Tu plan es hablar con él y que entienda que no lo harás. Tu BATNA es renunciar.

Entiende tu integridad esencial. Esto es que aceptes tus límites y sepas cuáles son tus valores para que pase lo que pase siempre estés tranquilo con tu actuar.

Comunicación auténtica. Esto es no quedarse callado, pero saber escuchar. Entender de fondo lo que la otra parte dice querer, repetirlo para asegurarse que se entendió y entonces responder sin ataques ad hominem.

Compromiso impecable y liderazgo honesto. Ser más que hacer es el camino a la excelencia.

A continuación, muestro la resistencia para cocinar al carbón. Recomendable en ocasiones que lo ameriten: funciona para sabores más ahumados y una cocción agresiva.

Busca un patrono poderoso. Entre más poderoso sea el que te apoya dentro de la organización, más carne puedes echar al asador. Si no lo tienes, igual puedes intentarlo a sabiendas de que te puedes quemar.

Haz un plan de transformación radical, que auténticamente beneficie a toda la empresa, no nada más a ti y tu pequeño mundo. Por ejemplo: Ser La Mejor Empresa Para Trabajar, o ser una Empresa Socialmente Responsable, o una campaña de marketing disruptiva, lo que sea que ayude a la mayoría.
Promueve tu idea arriba y abajo. Arriba con los que te entiendan aparte de tu patrono, o sea la élite en el poder; y abajo con la base, los de las gradas, los de a pie.
Enfrenta a los imbéciles. Directamente y sin piedad una vez iniciado tu proyecto. Ataques directos a su persona se valen. Enciende fuego a los que se opongan, evidencia su estupidez, expón con pasión tus argumentos, que entiendan que estás dispuesto a todo.
Responde los ataques con ataques. Encontrarán fallas porque es normal y necesario, querrán burlarse. Aguanta el calor y muestra de regreso tu poder.
El fuego da sabor al platillo, pero puede quemarse. Vale la pena arriesgarse e inclusive “morir por la gloria”.

Ser La Resistencia en la política
 Nunca te rindas. Nunca te rindas. Nunca, nunca, nunca, nunca —en nada, grande o pequeño, grande o mezquino— nunca cedas, excepto a las convicciones de honor y buen sentido. Nunca cedas a la fuerza. Nunca cedas ante el poder aparentemente abrumador del enemigo.
 Winston Churchill, estadista del S.XX

Revolución, transformación, independencia, oposición… la madre de todas ellas es la resistencia.

El político sabe que depende del estado de ánimo de un grupo de personas. Aquí el camino amarillo:

Concilia intereses a través de ser la oposición.
Elige promover amor entre un grupo y sé consiente del odio que conlleva hacerlo.
Basa tu discurso en un resentimiento no resuelto.
Boycotts, marchas, redes sociales calientes; voz alta… manos y pies activos…
Solo hay dos historias: miedo o esperanza.
Crea una narrativa. Quién es el héroe; quién victima; quién villano; cuál es la resolución.
Sé populista. De derecha o de izquierda, no importa.
Aprovecha la posverdad. ¿Qué es verdad y qué es mentira? Todo depende de lo que se crea. Tu verdad es la de una mayoría.
Acepta que dejarás de ser oposición para ser dictador. Si llegas al poder, querrás cuidar tu inversión y posición. La resistencia se invierte: te tocará ser el dictador que resiste el cambio que quiere otro. Conciliarás con gente que no te imaginabas con tal de resistir.

Ahora bien, hoy resistir también se puede hacer mediante lo sutil y lo elegante.  Si ya se está dentro de algún sistema o partido… y cómo olvidar que en las empresas cada vez hay más política que mérito, entonces usar Los Cuatro Secretos Olvidados del Político Fino (próximo libro). Será la fórmula que defenestre a los actuales “dictadores” que nacieron en la resistencia, algún día:

No hablar mal de nadie.
Vivir dentro de la realidad.
No confundir lo supuesto con lo averiguado.
Ser oportuno.
Ser La Resistencia en los negocios (emprendimientos)

El coraje es la resistencia y el dominio del miedo y no su ausencia.
 Mark Twain, escritor del S.XIX

La regla es muy simple: Ser David contra Goliat.

Eso implica siempre ser más pequeño y astuto.
Ofrecer un producto y servicio diferenciado sea en lo real o en lo imaginario, pero que importe.
Alardear un propósito mucho más importante y profundo que el de Goliat.
Atacar como enano: en las pelotas.
Asimilar que las probabilidades están en contra pero que sabe mejor la adrenalina de intentarlo que seguir comiendo escritorio y besando otras cosas.

Ser La Resistencia en el arte
 Cada lectura es un acto de resistencia.
 Daniel Pennac, escritor actual

La técnica en el arte puede ser genial como la de Da Vinci, Miguel Ángel, Caruso, Verdi, Mozart, Cervantes, Shakespeare, Borges, Mistral, Foster, Gaudí, Baras, Astaire… o puede no serlo. Puede ser una técnica normal o incluso mediocre… pero para ser buen arte, absolutamente nunca, nunca, nunca puede carecer de resistencia. 

El buen arte se resiste a la belleza natural, el arte es la belleza artificial por antonomasia. Se resiste a depender de Dios; del bello sonido de la lluvia; de la danza de los delfines; del techo infinito. El buen arte se resiste inclusive al propio arte; al estilo anterior sea cual fuere; se resiste a lo efímero y luego a la permanencia. Al asesino lo vuelve comprensible, al infierno algo sensible, al bruto lo muestra deseable. E inconformándose al extremo, al amor lo vuelve eterno y a Dios una pulida piedra negra. El buen arte evita en lo posible ser entendido por completo y es necio hasta con su propio creador.

La resistencia es el esqueleto del arte.

La cantidad de energía desprendida por tu resistencia es directamente proporcional a la intensidad de la corriente que ya exista, a la diferencia de potencial que tu puedas generar y al tiempo que le dediques. ¿Tienes un buen propósito para esa energía? Entonces…

Resiste amigo(a), resiste.

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