Maneras

Maneras

Por: Erreh Svaia

El Craneoscopio

Hace unos 15 años platicaba con un conocido sobre varios procesos constitucionales los cuales impedían en cierta forma un regreso al autoritarismo imperial de las épocas del PRI-Sistema como partido hegemónico, algo sabía ésta persona que me dijo de forma enigmática: "hay maneras, hay maneras…", hoy me queda muy claro que sabía perfectamente a que se refería, pero que esas "maneras" no eran precisamente las más convenientes para la recién iniciada vida democrática del país, precisamente, esas "maneras" referían a viejas prácticas que se daban por olvidadas y que no se aplicaban en el país desde 1975, y cuyo origen había sido usado de forma perversa en total desprecio de la democracia y con fines punitivos y de revanchismo político, veo con algo de sorpresa que al día de hoy, esas formas pretenden ser resucitadas y que no debiesen en realidad tener cabida en una democracia en desarrollo, como presumimos, tener, que supuestamente tuvo en Julio del 2018, “su gran culminación”, o por lo menos esa es la ilusión que muchos quisieran abrazar cegados por el idealismo.

El oficialismo con el partido Morena a la cabeza, ha manifestado el deseo de considerar revivir la figura de la desaparición de poderes a nivel estatal, esto para los estados de Tamaulipas y Guanajuato, bajo el argumento de la incapacidad de estos gobiernos para controlar la violencia percibida como en ascenso, pero que los números revelan una alarmante situación que más parecería corresponder a niveles federales más que locales, y que denotan que la estrategia apoyada en la llamada Guardia Nacional, y que impulsara hasta cierto nivel la militarización del país, nuevamente, no ha sido la respuesta, por el contrario, se ha convertido en un factor que ha hecho que las estadísticas respecto a la violencia y los crímenes van en franco incremento con respecto a administraciones pasadas, la llamada Cuarta Transformación del presidente López, no está dando resultados reales y palpables en el rubro de seguridad y combate a la violencia, ¿Vamos depositando nuestra esperanza en una Quinta Transformación, a ver si ahora si se puede?

Estados como Guanajuato (gobernado por el (PAN) han escalado fuertemente en sus niveles de violencia, asesinatos y secuestros, pero curiosamente se hayan justo a la par de Morelos (Gobernado por una colación integrada por Morena y el PES), ambos por encima de la media nacional según el Semáforo Delictivo, por otro lado Tamaulipas (Gobernado por el PAN), cuya violencia ha mostrado tendencia a la baja (contraria a lo que sucede a nivel nacional), según datos históricos, se halla justo a la par, en temas de violencia, con el estado de Veracruz (Gobernado por Morena), estado que ocupa primer lugar en cuanto a secuestros se refiere, si habláramos de manera objetiva sobre la aplicación de la desaparición de poderes, por razones estrictamente de ejecución de gobierno, la administración del presidente López tendría que reconocer una emergencia nacional, y desaparecer los poderes, no sólo de éstos dos estados gobernador por el PAN, el listado tendría que incluir a Veracruz, Morelos, Tabasco, y la Ciudad de México, todos ellos gobernados por Morena, y escalarlo a otros, como Zacatecas y Colima (Gobernados por el PRI), lo que nos daría resultado una desaparición de poderes casi a nivel nacional.

Lo que éstas “maneras” desesperadas de concentrar el poder y dejar fuera de la jugada al opositor, están dejando en evidencia, es la poca efectividad de las acciones del gobierno federal, su particular y selectiva repartición de apoyos a discreción, que excluye a los estados gobernados por la oposición, y sobre todo por la segunda fuerza política en el país, el PAN, ensayos de lo que podría ser un régimen autoritario, centralista, de democracia simulada, parecen seguir adelante, la ambición vulgar del oficialismo parece estar a punto de desbordarse, buscan cuidar las percepciones, pero en el fondo parecen arder de deseos de apoderarse de todo el poder y concentrar éste, solamente en ellos, acabando con la autonomía de los estados y con la descentralización necesaria para robustecer la economía a largo plazo, vaya “maneras”.