Charlemagne Palestine & Janek Schaefer-Day Of The Demons

Brian Eno se refería a La Monte Young como “su padre”, musicalmente hablando, y es que sería Young quien se encargaría de introducir a occidente, vía su conexión con el genial Pandit Pran Nath, al mundo del minimalismo, inspirado en los ragas del maestro de oriente, Eno le aprendería mucho a Young, pero una colaboración entre ambos nunca se dio, mientras La Monte Young era considerado como un compositor minimalista, Eno prefería ser conocido como un no-músico, o como un “artista del sonido”, hubiera sido muy interesante escuchar alguna colaboración de ambos en sus épocas más creativas, escuchar como esas entonaciones vibrantes de Young se fundieran con el rollo ambient de Eno, pero bueno, hay cosas con las que solamente podemos soñar, o ponernos a pensar que alguien muy cercano a Eno, John Cale, si colaboró con Young, en la época del Dream Syndicate.

Charlemagne Palestine, nacido en Nueva York, es uno de los más grandes compositores minimalistas de las últimas décadas, reconocido desde los 70s, aún y que vivió a la sombra de otros más famosos contemporáneos suyos como Philip Glass o Terry Riley, aún así, la apreciación y culto a la obra de Palestine iría en fuerte crecimiento al grado de que la carrera de Palestine al día de hoy, está más vigente que nunca, su trabajo es muy apreciado por las nuevas generaciones y a trabajado, a diferencia de sus contemporáneos, con músicos jóvenes e innovadores, como Oren Ambarchi, entre otros, y sus obras cumbres, Four Manifestations On Six Elements y Strumming Music ambas compuestas en los 70s, se siguen revalorando cada vez más y más con el paso del tiempo, sus interminable estudios de los instrumentos y su acústica, principalmente el piano, le ha valido gran reconocimiento, y al igual que CC Hennix, pareciera que Charlemagne estuviera pasando nuevamente por una etapa importante en su carrera.

Y es que desde las primeras notas (que se repetirán una y otra vez, se los advierto) de esta nueva grabación en la que interviene Palestine, el sonido es majestuoso, un sonido en cierta forma distinto a lo que nos ha brindado este hombre anteriormente y es que lo que ahora nos trae Palestine es una colaboración con el “artista de sonido” (antes arquitecto, al igual que el gran Xenakis) Janek Shaefer, cuya especialidad son las instalaciones de sonido y música para exhibiciones de otros artistas, la combinación de ambos maestros del sonido en este Day Of The Demons podía traernos a la mente algo más aterrizado de lo que sería esa utópica colaboración entre Young y Eno, por un lado, Palestine aplicando esas diminutas notas, creando ecos y vibraciones al por mayor, y por otra Shaefer proporcionando un fondo para la música de Palestine, el resultado? Un furioso monstruo de dos cabezas, dónde primero Raga De L Apres Midi Pour Aude sirve de plataforma para que  Palestine saque todo ese intenso bagaje ritualista que tanto caracteriza su música, ambos compositores se ven parcos en su ejecución de notas, pero titánicos al concertándose en el menor número de estas y básicamente ejerciendo su poder de hacer que esas notas vibren de manera casi eterna, Shaefer se manifiesta como maestro del drone y empuja fuertemente la música de Palestine a una zona difícil, que requiere de esfuerzo para mantenerse a flote, que demanda bastante del escucha y que sin duda nos arroja a un estado introspectivo de singular meditación, invocando un estado de trance, por eso supongo se atrevieron a llamarle raga a esta pieza, me queda muy claro el porque, y que decir de las vocales de Palestine? Quien definitivamente se roba el show con armonías singulares que se entrelazan con fortaleza a los drones prevalecientes y crean una maraña de sonido admirable que va expandiéndose y causándonos sorpresa, el como piezas tan minimales de inicio van adquiriendo un poder tal capaz de llenar todo el espacio concebido, y que decir de Fables From a Far Away Future, dónde nuevamente Janek le pisa el pedal a fondo al drone y por si fuera poco introduce grabaciones de campo o field recordings a la mezcla produciendo un singular efecto, transportándonos de inmediato a otro lugar, a la calle, a un mercado, a una gran a la feria, que se yo, aquí el sonido se vuelve energía pura, como es costumbre en las grabaciones de Palestine, sólo que aumentada y sublimada por Janek, quien pareciera disfrutar por momentos arrancarnos de lo sublime y celestial del sonido, para ponernos nuevamente con los pies en la tierra y en medio de una extraña multitud.

Una brillante conjugación de esfuerzos en dónde ninguna de las fuertes contribuciones de ambos participantes sobrepasa a la otra, dejándonos una hermosa prueba de una mezcla, sin costuras visibles, del mundo del minimalismo, el drone, las grabaciones de campo y la manipulación sonora.









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