Rush-Clockwork Angels

Luego de que en el 2007 nos sorprendieron con el contundente Snakes & Arrows, Rush regresa a la carga y de la mano de una singular disquera (Roadrunner Records), más asociada con el metal extremo que con grupos de rock progresivo, si esto es lo que en realidad se supone que es Rush, a quienes en lo personal, nunca me he sentido a gusto arrojándolos en esa categoría, después de todo, cuantos tríos progresivos conocen con millones de discos vendidos, hits en la radio y que ahora graben para RR?

Rush regresa este año con este Clockwork Angels y parecen seguir validando mi teoría que los buenos músicos y artistas mejoran con la edad, Leonard Cohen, Bob Dylan, Robeert Wyatt, Lou Reed, Scott Walker, Tom Waits, John Cale y muchos, muchos casos más podríamos mencionar, Rush sigue sonando tan poderosos y prodigiosos como en sus épocas más destacadas, en mucho mejor forma que muchos actos de música actual.

Caravan parece arrancar con un ride en las sombras, que muchos brincarán pensando en YYZ, un intro lo suficientemente intrigante para mantenernos atentos, Peart le sigue pegando a su batería tan duro como siempre, y Geddy Lee continua con sus vocales de ardillita (que hasta Perry Farrell de los Jane´s Addiction le terminó hurtando), pero escupiendo duras líneas de bajo como para poner contento al chico ese de Primus que tanto le imita, pasajes brillantes de prog, claro, sólo pasajes, Rush rara vez nos saturará con excesos clásicos del genero, y obvio hay que hablar aparte de Alex Lifeson, uno de los guitarristas más versátiles del rock, que de ello no les quepa duda, igual de brillante para desatar rabiosos riffs que para hacer solos cósmicos enormes, razón por la cual no es para extrañarnos la muy larga vida de este grupo, integrantes que confían al 100% entre si mismos y la clara prueba de porque lo hacen, un Lee soberbio en el bajo y mágicamente metiendo teclados con sus pies, sin duda un grupo que sabe usarse a fondo.

Bu2b arranca con toques psicodélicos, que por momento nos adentran en una curiosa Nébula de ideas, pero después remata con una poderosa descarga de energía, Peart dándole duro a su tarola, mientras Lee arremete contra su bajo, creando una base indestructible, Lifeson brilla con su manejo de su guitarra, en ocasiones creando loops que le acompañan y le permiten crear asombroso pasajes, o que decir de la fabulosa Clockwork Angles, con su impresión ante trabajo de batería, las guitarras devastadoras de Lifeson y el bajo atronador de Lee, la banda suena con una fuerza rara, muy rara para una banda con su tiempo de vida, la banda suena tan intensa como un grupo que acaba de iniciar, la banda lanza un glorioso coro que eleva la pieza a una altura inusitada y que nos prepara nuevamente para la magia que Lifeson sabe liberar de su instrumento.

Obviamente nadie le ha dicho a Lee y compañía que están entrando en su cuarta década de vida, que un grupo así debería sonar tan obsoleto como los Rolling Stones, que la última gran banda canadiense eran los Voivod, pero no señores, jamás descarten a estos Rush, a quienes las nuevas tendencias, el rollo digital, el hip hop, el grunge, lo alternativo y cualquier otra estupidez les importa poco, su música sigue sonando fuera de este mundo, moderna y vigente y con una fiereza que muchos quisieran en su cuarta década de vida, bastará escuchar The Anarchist para convencernos de esto y sentir que nuestro corazón se estremece ante tanta magnificencia por parte del grupo.

Seven Cities of Gold es poderosa, con un Peart brillante como siempre, frío, matemático, pero con un gran corazón y un Lifeson desgarrándose las vestiduras mediante su guitarra, The Wreckers con un tono vital levantará los ánimos a más de uno y nos recordará porque amamos a esta banda a pesar del paso del tiempo, Headlong Flight nos pondrá seriamente a pensar que bandas de esta edad nos han engañado, se han vuelto flojas, ya no quieren trabajar y prefieren recrear sus viejas memorias con fuerza lánguida, en lugar de ponerse a trabajar, de aprovechar su experiencia, esto no es boxeo, no son carreras fugaces, son atletas de alto rendimiento y el tiempo les va afilando los colmillos, el paso de los años pareciera volver más y más poderosos a estos Rush.