Fiona Apple-The Idler Wheel...
Una de las razones más recientes por las cuales no debemos descartar el pop, claro en su versión más progresista y vanguardista, aún hay trabajos, aunque cada vez menos en los que de verdad se nota el talento de los creadores y el caso más reciente que llega a mis oídos es el de Fiona Apple, la cantante compositora responsable del pop más rebuscado y barroco de los últimos tiempos, una exquisita excéntrica de la música, cuyos alcances, si nos quisiéramos ver generosos podríamos rastrearlas hasta el exuberante pop de los Beatles, Brian Wilson o Nilsson.
Para efectos más rápidos diremos que este The Idle Wheel…(no me hagan escribir el título completo, prefiero hablar sobre la música…) es un oasis dentro de un mundo de mediocridad musical, Fiona es una chica que compone, arregla e interpreta su música, música que aunque pertenece a una tradición pop muy importante, también hay que reconocer que se ha perdido en los últimos años, Every Single Night arranca como canción de cuna, Fiona nos interpreta un tema que bien podría ser lo último que escucháramos antes irnos a la cama a dormir, toques de jazz por aquí y por allá y la singular vocalización de Apple, un tímido piano y un bajo acústico que apoyan en todo tiempo las acciones, Daredevil sería una de mis piezas favoritas del disco, menos oscura que la primera, Fiona va construyendo temas que en apariencia son simples, pero que sabe sacar a flote las complejidades inexplicables que conllevan los temas, arreglos intrincados de piano y bajo, un inquietante juego de percusiones, Fiona inventa, si inventa ritmos inesperados, saca ritmos de otras dimensiones, de otros mundos, y vuele a sus composiciones monumentos a la creatividad y a la urgencia, con una versatilidad que sólo recuerdo en el celebre Harry Nilsson.
Valentine se convierte hasta ahora en el tema más introspectivo del disco, con una Fiona acompañándose apenas por un piano que pareciera querer desdibujarse, su voz, que a veces pareciera reflejar esa fragilidad de la célebre Billie Holiday es suficiente para encender una chispa en nuestros adentros, pero Fiona jamás nos pondrá las cosas fáciles y en bandeja de plata, sus barrocos arreglos siempre saldrán a flote tarde o temprano, vuelve a apoyarse en un bajo omnipresente y metafísico que bien pudo ser ejecutado por un genial Charles Mingus, Left Alone nos sorprende por una inclusión más activa de la batería, Fiona pareciera presentarnos esqueletos bailando, ya que despoja de cualquier ornato o arreglo superfluo a sus temas, solamente su piano, un bajo y la batería se presentan en ocasiones para acompañarla, haciendo se su voz el instrumento principal, en un disco que sin duda pudo haber sido admirado hace décadas por un John Lennon o un McCartney, admiradores del pop retorcido y rebuscado, Fiona en ningún momento afloja la tensión de su música, demanda nuestra atención al máximo revelando bizarros detalles por aquí y por allá, sin caer en lo grotesco o en lo excesivo como un Tom Waits, pero si mostrando un lado bohemio que aporta cierta calidez a los temas.
Werewolf pareciera tener esos sube y bajas vocales que tanto gustaban al buen Nilsson, aunque Fiona muestra un lado más atormentado, menos sarcástico o humorístico, como solía mostrar el genial compositor y arreglista, y es que Fiona nos muestra un mundo bastante desesperado, doloroso, rara vez nos saca de un mundo oscuro y deprimente, no es muy difícil imaginarla acompañándose de su piano cantando sus temas en el fondo de un abismo, añorando buenos tiempos o lugares más felices, aún así, a pesar de lo deprimente de su visión no deja de sorprendernos y se saca un tema como Regret, dónde construye un ritmo bastante curioso, Fiona en ningún momento juega a la segura, se complica las composiciones, pero es innegable que posee el talento para terminar acomodándolas a su manera, las hace funcionar de una manera que otros no podrían, Anything You Want es otra joya de este pop inusual, temas que revelan intrincados pasadizos por dónde la Apple nos va guiando, un disco en el cuál les puedo asegurar no hay nada accesible, nada se regala o nada se presenta de manera fácil, que me hace sentir un enorme respeto por tan personal visión, y para muestra un botón, un gran botón, la nerviosa Hot Knife, que cierra el disco dónde la Apple le pisa los talones a Waits en su iconoclasta visión musical, capaz de prender fuego al mismísimo cielo, junto a Bjork, Tori Amos y PJ Harvey, una de las grandes compositoras-cantantes de la época.
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