Vladislav Delay-Espoo

El buen Sasu Ripatti, finlandés, mejor conocido como Vladislav Delay, pareciera no querer perder el momentum a generarse luego del lanzamiento del más reciente disco Fetch de los MVOT,  de quienes también forma parte importante, sumémosle a esto que Ripatti, además de su proyecto de VD, también nos ha deleitado con su trabajo como Luomo, el cual mantiene vivazmente las líneas de claridad, innovación y experimentación que todos sus proyectos.

Espoo es un disco de una intensidad suprema, en donde Delay o Ripatti se enfoca en los placeres insistentes de la repetición, hace de la cacofonía una fuerza demoledora, atronadora y de eficaz destrucción, sus ritmos podrían derribar paredes, y se convierten en algo tan letal que fácilmente asimila elementos del noise, en un disco que a pesar de su corta duración, resulta altamente efectivo.

Desde la primer pieza, Olari, somos de inmediato victimas de una ráfaga de sintetizador en loop, el cual nos lanza una y otra vez su descarga sonora sin misericordia, nos topamos con un Vladislav despiadado, frío y calculador, diestro artillero al frente de una prodigiosa arma mortal.

Espsoo es un disco repetitivo, claro, pero también demoledor e insistente, es un disco que nos golpea una y otra vez con el mismo sonido, es un boxeador que conoce sus mejores golpes y no se tienta el corazón para repetirlos una y otra vez, nos pone en un laberinto de espejos tan seductor, en el que gustosamente nos golpeamos contra la misma pared una y otra vez, la sección rítmica mecánica y fría heredada obviamente del techno es contundente, aunque aquí es usada con inusual imaginación, es un golpe bajo tan lleno de creatividad,  que nos deja sin aire, cuya velocidad comienza a descender de manera casi imperceptible, Delay/Ripatti aquí hace demostración de su magia en la mesa de mezclas, en el manejo del sonido como herramienta para esculpir, en su sentido supremo del ritmo y en su manejo apocalíptico de los loops.

Espoo es un trabajo con dos piezas principales y dos versiones de estas mismas, llevando la repetición la variación mínima a niveles insospechados, y nos pone la muestra de como sacar adelante un proyecto tan centrado en la repetición, tan enfocado a la insistencia y a la contundencia sin terminar aturdiéndonos y aburriéndonos del todo, pues bien si de la primera no escapamos, ya que muchos resultarán aturdidos por el despiadado avance robòtico de Delay y su música, de la segunda escapamos fácilmente gracias a el genio de este singular músico, ya que son esos pequeños detalles, en ocasiones a veces perceptibles, los que nos dan esa variedad, ese respiro en este curioso mundo cacofónico.

Kolari pareciera querer arrancar con un ritmo mecánico y dinámico a la vez, pero se convierte en una pieza que crea tensión y gran frustración, nos deja atascados en lo mismo, una y otra vez, con un ritmo acelerado, pero a la vez estático, fuego que cada vez se aviva más y que no pareciera expandirse, Vladislav aplica ese instrumento virtual de congelación, nos deja corriendo intensamente en el mismo lugar, logra un efecto de movilidad estática, recordarán esa cinta que editaron los LCD Soundsystem, auspiciados por la Niké, en la cual el buen James Murphy tomaba prestadas algunas ideas del genial Manuel Gottsching, en una grabación destinada a inspirar a corredores? Bueno pues Ripatti aquí construye algo similar, con mejores resultados y sin herir susceptibilidades, la música de fondo perfecta para tomar la caminadora y sudar a gusto.

Ripatti nos trae una verdadera joya musical del mundo de la música electrónica, y lo hace con gran clase y buen gusto, un estudio de la repetición insistente hecho con tal maestría que su corta duración nos deja con ganas de más, en ningún momento cede un centímetro en energía y nos deja maravillado con cada uno de los segundos de exploración musical, una prueba más de las muchas que ya nos ha dado Ripatti de porque es uno de los mejores músicos de la electrónica experimental de nuestros tiempos.


Comments

Popular Posts