Soul Asylum-Delayed Reaction

Hubo una época en que el verdadero rock hecho con guitarras escandalosas importaba, benditos 80s y benditos reaganomics, pusieron a el país vecino en una situación tan precaria que musicalmente la miseria alimentaba la música, trayéndonos una verdadera época de oro musical, Sonic Youth, los Butthole Surfers, Black Flag, Soundgarden, R.E.M., Meat Puppets, The Minutemen, Flaming Lips, Dinosaur Jr. muchas bandas maravillosas antes de hacer en la decadencia y antes del oscuro grunge, que terminaría absorbiéndolo todo y volviéndolo algo genérico, sin una verdadera identidad, así permítanme agregar un par de nombres más a este gloriosa lista, Husker Du y The Replacement, ambas bandas se convertirían en el orgullo subterráneo de Minneapolis con su rock aguerrido y la amistad/rivalidad entre los líderes de ambas bandas, Bob Mould y Paul Westerberg, quienes supieron integrar el pop, el country, la psicodelia y el rock tradicional a sus raíces hardcore punk, de esta increíble escena surgiría un nombre más, muchos les acusaron de ser una versión menos peligrosa de los Replacements o de ser una versión lite de Husker Du, que en un giro singular del destino terminaron teniendo más éxito que sus precursores y sobrepasándolos en tiempo de existencia, ya mientras los Replacements se desintegraban entre peleas y embriaguez, y los Husker Du explotaban luego de las peleas entre Mould y Grant Hart, Soul Asylum resistió, produjo discos memorables en los 80s, como Made To Be Broken y Hang Time, se convirtieron en una de las bandas favoritas del underground, por un tiempo “la mejor banda en vivo”, y después se coronarían como reyes del estéril y genérico “mundo alternativo”, con el célebre Grave Dancer´s Union, para después perder el rumbo, perder miembros y perder el deseo de seguir haciendo música.

Triste historia no? pero no todo es tristeza, después de después de 20 años del punto más alto de su carrera, Soul Asylum regresa con un disco que brilla por su potencia, vivacidad y humildad, retomando en mucho aquella energía vital de los 80s, sorteando con verdadero talento el caer en la nostalgia barata, y rescatando al bajista Tommy Stinson, precisamente de los geniales Replacements, Gravity es un sobresaliente estallido de energía, una mezcla de esa brutalidad punk que no cae en la superficialidad mediante generosas inyecciones de corazón y de sinceridad, si hay algo que reconocerle a esa legendaria escena de Minneapolis es su sencillez y sinceridad, chicos con guitarras a todo volumen contando historias de su día a día, sin ninguna pretensión más que la de pasar el rato y beber muchas cervezas, en este Gravity, punta de lanza del disco Delayed Reaction, precisamente los Husker Du nos dan una reacción retardada de algo que debió pasar hace casi dos décadas, Into The Light tiene esa calidez que solían tener los buenos temas de los Replacements o los Husker Du, ese deseo de juntarse con los chicos y beber unas cervezas mientras la música reventaba las bocinas del sistema de sonido, la música es sencilla, directa y se agradece, se agradece el mensaje tan claro, sin la sofisticada superficialidad y pretensiones deprimentes de hoy en día, Pirner sigue cantando del alma, The Streets fluye ágilmente, con una banda que sabe sonar precisamente como una gran banda de rock, sin buscar imponer estilos o filosofías, pipe Dream nos estrujara un poco las entrañas con su oscura intensidad, aquí los soul Asylum se ponen un poco más serios, pero la música en ni ningún momento nos deja caer y Let´s All Kill Each Other rockea duro con la mezcla justa de la arrogancia explosiva del punk y la calidez y accesibilidad del buen pop, Cruel Intentions es una bastante inusual incursión en una balada con toques jazz que sale bien librada y brinda variedad al disco, un interesante cambio de paso y aunque el disco pierde por completo el rumbo en las últimas dos o tres canciones, sale a flote con la energía que abunda por doquier, es una banda que no viene a explotar lo que ha hecho o lo que les dio fama, sino a retomar el camino original de la banda y a seguir haciendo música por el simple gusto de hacerla, como debe ser, un muy buen  regreso.