Magma-Felicite Thosz

Y una vez más tenemos de regreso a una de mis bandas favoritas y poco reconocidas de todos los tiempos, la legendaria banda francesa Magma, un ensamble de épicas proporciones, sin duda uno de los grandes gigantes musicales, todo un hito dentro de la música progresiva, de la cual será necesario desmarcarlos, ya que sin duda Magma es algo más; Que a pesar del paso del tiempo continúan realizando música de retos, con altos deseos de realización, que a pesar de haber perdido a muchos de su músicos claves, sigue firme como proyecto con su fundador el baterista Christian Vander y su esposa Stella al frente de las vocales, y este Felicite Thosz, seguramente no decepcionará a los seguidores de la banda, ya que los elementos monumentales que ha hecho conocida a la banda en los círculos subterráneos de música progresiva siguen presentes en generosa demasía, la diestra ejecución de la batería de Vander, con una capacidad portentosa de proporcionar músculo a la banda, agilidad flexible al por mayor y la sólida virtud de pararlos en seco en un segundo, pero Magma no eran solamente Vander en la batería, entre otros teníamos a Jannick Top y a Klauz Basquiat, que esta vez no aparecen, pero en su lugar, los Vander consiguen reunir un grupo de músicos capaces de revivir el gran legado musical.

Este Felicite Thosz es una pieza musical extrema, el disco se comparte de una sola pieza de duración maratónica, que la banda desmenuza en 10 partes y un final, pero que como es costumbre, esta hecha para escucharla seguido y de una sola vez, desde su cristalino inicio, con un ensamble de voces imponente a cargo de Stella Vander, un piano a cargo de Bruno Ruder, que nos guía junto con las voces a través de los primeros y oscuros pasajes, poco a poco Christian va siguiendo con su batería las acciones, las ensoñadoras voces del coro siguen al frente de las acciones, a las cuales poco a poco se va sumando la poderosa sección rítmica, se extraña un poco la profunda intervención del gran Jannick Top, pero el bajo de Philippe Bussonnet no carece en ningún momento de agilidad y dinamismo, existen pasajes de singular belleza en este tema, cuando la sección rítmica destraba la pieza y todo fluye de singular manera, con una Stella aportando su hermosa voz, apoyada de un ritmo de batería, bajo y piano por demás brillante, una banda que a conseguido alzar el vuelo y que busca alcanzar cada vez mayor y mayor altura de mano de Stella, es inspirador escuchar a Christian Vander con tanta fuerza y precisión después de tantos años, inspirado por el cosmos, innovador como siempre, fuertes y poderosos.

A mediación de la larga pieza quedamos a merced del piano de Ruder, quien toma la responsabilidad total de tomar la intensa pieza, llevarnos a través de un pasaje más tibio, impregnado de la belleza de la ejecución altamente técnica del músico, el cual posteriormente nos da pie a una parte del tema con singulares características de la banda, quienes parecieran crear un torbellino sonoro, con Vander golpeando con todas sus fuerzas sus tambores, un bajo insistente y unas fluidas líneas de guitarra a cargo de James Mac Graw, recordemos que la guitarra nunca ha sido parte fundamental de Magma, pero cuando esta es utilizada, se centra en puntos clave y con una ejecución incendiaria, esa impresionante interacción entre los coros y la sección rítmica comienza a darse a calentarse y a ponerse al rojo vivo, es una lástima que el bajo de Bussonnet quede un poco menor en volumen durante la mezcla, ya que sumado a la batería de Christian son un equipo demoledor, la espiral de coros y agitación rítmica se detiene, y esa opera cósmica que corre a cargo de los celestiales coros viene a la luz, los Vander y sus revitalizados Magma nos dan una nueva cátedra de intensidad, de interpretaciones a niveles wagnerianos de emotividad, de una diversificación musical que va del jazz, al rock, al motown, a la opera y no se que tantos géneros más pasan frente a nosotros, este grupo no se detiene ante nada, se sigue alimentando de sangre joven y sigue tan intenso como siempre, nos ha superado, nos volvemos obsoletos ante ellos, ya que ellos han aprendido a desligarse del tiempo y volverse eternos.